viernes, 2 de mayo de 2014

LIBERACION


Me arrojo a vos,
torbellino inexistente
bruma del equilibrio
en alturas inasibles.
Tornados entrópicos,
estrellas fugaces
fluorescentes
nieblan mi mente.
Entrego de mí
la oquedad,
mi entelequia existencial.
Me regalo a la quietud,
donde se quiebran los engranajes,
las mascaras se alienan
se hunde la angustia
las ataduras se derriten
se desintegra el amor.
Atravieso la naturaleza del ser,
donde florece la irrealidad,
razonable absurdo

de la vida.

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