sábado, 3 de mayo de 2014

DIARIO DEL REY LEOPARDO BIGOTEFUXIA

DÍA DE JITANJÁFORA MDLV:
Anoche no pude dormir. Inquieto, intentaba lograr el sueño cuando vi, de reojo, algo extraño en el póster de “Abey Road” de los Beatles (esa famosa foto de ellos cuatros cruzando la calle en fila). Abrí los ojos y me pareció ver que se había despegado un poco.
Luego de eso, no pude volver a cerrar los ojos.
La cinta del poster esta algo salida, pero casi no se percibe.
DÍA DE JITANJÁFORA MDC:
comprar leche
pañales
tampones
pagarle al Musaraña
Escribo esto mientras espero en la fila del buclbafle.
Se repitió una vez más, duró más tiempo. Volví a sentir la misma sensación de que el poster se salía. Abrí los ojos y alcance a ver la sombra del cartón inclinándose sobre mi cabeza. Al siguiente parpadeo desapareció la imagen.
Parece un cachito más despegado que ayer.
Hace dos noches que no duermo.
DÍA DE JITANJÁFORA MDCXXV:
ir farmacia
forros
veinticinco
crema hemorroides
Ya mi fatiga me resulta irritante. No quiero volver a reposar en ese cuarto. La mitad del poster estaba ya despegada cuando el canto de un tero me sobresaltó. Lo primero que encuentran mis ojos es esa sombra simétrica avanzando sobre mí. Levanto las frazadas bruscamente, con la intención de irme del lugar, pero la gigantografía parece retroceder. Era un engaño. Se quedó ahí ,suspendida, a medio soltarse.
Ya reforcé las cintas.
No dormí.
Creo que hice una enorme fuerza para sacar los acolchados de mi cuerpo: los músculos de mis brazos están entumecidos.
DÍA DE JITANJÁFORA MDCXXX:
Ya es inútil intentar descansar.
Anoche comencé a sentir que algo apretaba, lentamente, todo mi cuerpo: me inmovilizaba. Miro casi automáticamente hacia el cuadro pero no se ha movido. Me retuerzo con todas mis fuerzas. El póster comienza a desprenderse. “Abey Road” se avecina sobre mí. Lucho, intento gritar.
La resistencia de las sabanas cede: me encuentro empapado en sudor.
Nada en la habitación parece haber cambiado.
DÍA DE JITANJÁFORA MDCL:
Empiezo a sentir el mismo peso sobre mí. Esta vez peor. Se me agobian los músculos. La garganta se me paraliza. Ya solo puedo mover los ojos.
Abey Road se despega segundo a segundo. Se va doblando, desciende en un movimiento envolvente sobre mi rostro.
 Se libera por completo.
La sombra se suspende perfecta sobre mi ser. Flota inerte, como en la cima de una montaña de oquedad. Se acerca, cada vez más. Roza mi nariz. Sigue descendiendo. Las frazadas aprietan aun más. La imagen se ilumina con luz propia. Se transparenta. Ya estoy entre George y Paul, como estatuas embalsamadas. George es más lindo de lo que imaginaba en mis sueños. El auto del fondo parece alejarse. Algo me golpea.
-¡Corte! ¿De dónde salió?
-¿Cómo apareciste? ¿Estás bien? Me pregunta George.
Escribo esto bajo el cartel de la calle Abey Road. Hace cuatro horas terminó la sesión de fotos.
Comprar un pasaje.


No hay comentarios:

Publicar un comentario