(Recitado en el festival dadaísta de 1941 en Buenos Aires, Argentina. Con una tasa de suicidios del 67% de los presentes por el derrumbamiento de sus utopías.)
Canto del Cisne
Demencia:
El camino más alto y más desierto.
Demencia:
El camino más alto y más desierto.
Oficio de las máscaras absurdas; pero tan humanas.
Roncan los extravíos;
Tosen las muecas
Y descargan sus golpes
Y descargan sus golpes
afónicas lamentaciones.
Semblantes inflamados;
dilatación vidriosa de los ojos
Se erizan los cabellos del espanto.
La mucha luz alaba su inocencia
El patio del hospicio es como un banco
A lo largo del muro.
Me hago la señal de la cruz a pesar de ser judío.
¿A quién llamar?
¿A quién llamar desde el camino
Tan alto y tan desierto?
Con sus enormes manos sarmentosas;
Y mi canto se enrosca en el desierto.
¡Piedad!
Semblantes inflamados;
dilatación vidriosa de los ojos
en el camino más alto y más desierto
Se erizan los cabellos del espanto.
La mucha luz alaba su inocencia
El patio del hospicio es como un banco
A lo largo del muro.
Cuerdas de los silencios más externos.
Me hago la señal de la cruz a pesar de ser judío.
¿A quién llamar?
¿A quién llamar desde el camino
Tan alto y tan desierto?
Se acerca Dios en pilchas de loquero
Y ahorca mi gañoteCon sus enormes manos sarmentosas;
Y mi canto se enrosca en el desierto.
¡Piedad!
Jacobo Fijman.
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