lunes, 29 de abril de 2013

La maquina de mariposas.


Sé que no somos normales. Yo puedo soportarlo. Y a la vez deduzco que los demás también pueden. O pueden fingirlo. Las cosas que escribo tienen un sentido muy lógico para mí. Is et areid sam ed ol euq odeup (leer desde el final de cada palabra) ¿Dónde está Borges? ¿Dónde está Kafka? Porque cada vez que ellos escriben se ven perseguidos por los laberintos de sus soledades. Yo no puedo ser Borges. No quiero ser Kafka. Y todos quieren ser ellos, y a veces puede que yo también quiera. Pero Tal vez en uno de esos arrabales perdidos este todo eso que borramos, sin querer, o porque lo queríamos borrar, o porque otra persona lo hizo por nosotros. Pero seguramente con el tiempo esta pasión será desafortunada. Porque yo quiero ir a ese lugar, y recuperar muchas cosas, porque pienso en alguien sensible que perdió a alguien importante, y porque conjuntamente no existe la libertad. Quizás en el mundo que nos inventamos estén este tipo de cosas. En el mundo, hoy por hoy, se hacen muchas preguntas y sé que cada día me equivoco más, porque todo dura un poco más de lo que debería.                                                                                                                   (Si al lector le apetece puede leer lo que sigue escuchando la canción Asleep, de The Smiths) Ser yo, ser alguien, ser y quedar. O no ser nada, pero ser especial. Escuchando el sonido del silencio, porque no queda más nada que perder que lo hemos vivido. Ese momento cuando todo te maravilla, cuando te duele la sangre y te das cuenta de cosas. Y piensas que lo que pasa en esta cabeza no se puede curar ¿podre alguna vez alejarme de esto? Es igual a algo nuevo, te emociona por un tiempo, pero después te aburre y es igual a todo lo demás. Y yo odio todo lo demás. Busco a los que se ríen con los ojos y ven cosas, a los que creen en Maktub y aman el arte de los extraños, a los que abrazan el alma y sienten tristeza al pensar en nada. A esos que saben que algún día van a ser demasiado viejos para hacer todo aquello que amaban hacer y que también algún día se olvidarán de todas las cosas que los hacían felices de jóvenes, y de las personas con las que pasaron sus primeros 18 años de vida. A las personas que les gusta sentir el viento en la cara. Por todo esto y mucho más, yo ya no hablo de mi destino. Es mejor cantarle a libertad, aunque rara vez nos dé signos de vida. A la vez, es lunes, y yo no sé qué tiene que ver la vida con los lunes. Si las puertas de la percepción fueran depuradas, todo aparecería ante el hombre tal cual es: Infinito (Doy a entender que el lector sabe de quién es este fragmento de poema) ¿Quién eres tú? ¿Estás en contacto con todas tus oscuras fantasías? ¿Has creado una vida para ti mismo donde eres libre para experimentarla? (Gracias) Ahora quiero que el que lea esto piense en ese lugar, donde hay alguien y donde somos alguien, donde queremos y nos quieren, y las cosas nos maravillan. Es el mejor lugar del mundo.

PD: Nunca van a encontrar lógica en lo que escribo si no les gusta masticar palabras viejas y usadas.

                                                                              Penny Lane

 

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