sábado, 7 de junio de 2014
El destino inefable de los poetas tristes.
"En los últimos meses, he estado llegando tarde a algún lugar"
Elsa cuarenta espera el colectivo, sentada, con frío. Ramón treinta y nueve se quedo sin frenos en el auto, debe busca otro transporte para llegar al trabajo. Ellos no se conocen. Sin embargo, el azar de las sociedades modernas los destina, pero tanto Elsa como Ramón no lo saben. Elsa es la única en la parada cuando Ramón llega; ambos se miran y ven su propia soledad. Ramón baja la mirada, Elsa no. Ella puede imaginárselo todo, quizás él también lo haga. Ramón bosteza, mira su reloj, considera el sentarse junto a Elsa, pero no lo hace. Elsa, en cambio, cierra los ojos, percibe algo. Todo tan vacío. Ella recrea imágenes en su mente: departamento/un jardín azul/ andar en bicicleta/comprar un perro/ cenar en la terraza/nadar/tomar café en la cama/ hacer un viaje/navegar/ver televisión /desayunar/soñar/proyectar/esperar el micro. Ramón mientras tanto mira la hora en su reloj, ya se ha hecho tarde, el micro no está pasando. Ambos saben que una palabra lo cambiaría todo. Están hechos el uno para el otro. Un micro llega, Ramón sube, y no mira para atrás, Elsa espera, sentada, y perdida. Otro micro llega, es el de Elsa, sube, y mira a la parada vacía "Todo será como ya es" se dice. Ella piensa si él piensa, y él piensa si ella piensa. Nada pasa. Todo es como es, por la falta de un orden fijo. Al otro día Ramón treinta y nueve arregla su auto, y Elsa cuarenta va hacía su parada, ya todo vuelve a la normalidad. Nunca más vuelven a verse. Él era para ella, y ella para él. Tiempo después se olvidarán de estas cosas, todos tienen mala memoria. Un día cualquiera, sin saber cómo ni por qué, ninguno de ellos pensará ¿qué habrá sido de aquel que conocí en la parada del micro y ya nunca volví a ver? La vida transcurrirá, entre perdidos arrabales, la muerte lisa y llana, ya no será una palabra, sino un hecho, el mar ya no será un estanque, sino finalmente el mar, la gente como Elsa y Ramón ya no serán gente como Elsa y Ramón, seremos nosotros. Destino cruel, destino inexorable, mendigo destino ¿Qué sería de nosotros sin ti?
Créme de l'air
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